Los hábitos de navegación han sufrido una auténtica revolución desde la popularización de los dispositivos móviles: smartphones y tablets. Estos pequeños aparatos están consiguiendo desplazar a los medios tradicionales de acceso a la Red, por supuesto al ordenador de sobremesa, pero también a los portátiles.
Esta tendencia de los móviles inteligentes y tabletas de convertirse en el medio preferido por los internautas para navegar y también para realizar compras por Internet, se ha generalizado por todo el mundo, pero es más notable en el caso de España.
Los datos no necesitan matices ni explicaciones adicionales: actualmente España es el líder europeo en penetración de smartphones con un 68%, superando a países económicamente más potentes como Francia o Alemania. La gran mayoría de teléfonos que se compran en España tienen acceso a Internet y la adquisición de tablets ya supera a los portátiles.
En este contexto, la necesidad de adaptar nuestras páginas webs es absolutamente prioritaria y, probablemente, vital para la supervivencia en el mercado, especialmente en el caso de las tiendas on line.
Las posibilidades de adaptación
A la hora de adaptar nuestra web para que pueda ser consultada con facilidad y suponga una óptima experiencia de navegación para el usuario, independientemente del aparato que utilice, existen tres opciones:
1. Adaptación automática a cada dispositivo (responsive web design)
Consiste en que la web se amolde de forma automática a cualquier dispositivo. Los cambios se realizan en la hoja de estilo de la web y, según sea la pantalla en que se visualice, la página carga unas reglas distintas. Es un método que recomienda Google por su practicidad, comodidad tanto para el webmaster como para el usuario y efectidad.
2. Variación de la URL
En este caso, el sistema detecta si el usuario está navegando a través de una dispositivo móvil y lo envía automáticamente a una URL diferente adaptada al tamaño y forma de navegación de cada aparato.
3. Variación de los contenidos
Una tercera posibilidad es que según el aparato en que navegue, el usuario sea reconducido a una web con unos contenidos diferentes. Es decir, en este caso no solo se adapta el formato sino también la información.
Esta opción hay que tenerla muy en cuenta en aquellas webs donde se sospeche que los usuarios hacen un uso diferente o tienen unas expectativas distintas según cuál sea el aparato que utilicen para conectarse.
En definitiva, sino lo hemos hecho ya es que vamos un retrasados en lo que se refiere a la adaptación de nuestra web a los distintos positivos, ya que el uso cada vez más intenso de los dispositivos móviles es una tendencia en todo el mundo, que en el caso de nuestro país ya ha alcanzado las dimensiones de epidemia.
Imagen: Phil Roeder