El diseño web adaptativo (responsive design) es una tendencia surgida en 2012, que busca la correcta visualización de los sitios web, con independencia del terminal, resolución o tamaño de pantalla empleados. Crear versiones específicas de cada página para cada tipo de dispositivo está pasando a la historia. El diseño responsivo implica tener un solo sitio, pero que se acomoda automáticamente al hardware que se esté empleando en cada momento.
Google no ha tardado en darse cuenta de los beneficios del diseño web adaptativo. De hecho, el gigante de los buscadores recomienda a los webmasters “seguir las mejores prácticas de la industria usando el diseño web responsivo”. Las nuevas tendencias en estrategia van a tener muy en cuenta este principio a partir de ahora.
Es indudable que estamos ante una de las tendencias con más tirón dentro del diseño web en la actualidad. Las redes sociales Facebook y Google Plus ya lo emplean en sus perfiles e interfaces. Pasará algún tiempo, no obstante, hasta que todas las páginas modifiquen sus estructuras, para acoplarlas a esta nueva tecnología.
En una de las últimas conferencias de Google, dos ejecutivos de la multinacional mostraron, a los desarrolladores, algunos ejemplos representativos de la nueva tendencia tecnológica. Ésta permite a las webs trasladarse, con suavidad y manteniendo la calidad del contenido, desde ordenadores hasta móviles, pasando por tabletas o portátiles.
El responsive design se caracteriza por su fluidez y flexibilidad. Además, garantiza una única fuente HTML y la misma URL. Por otro lado, la técnica aporta un indudable valor a la usabilidad y el beneficio económico es evidente, al existir sólo un código fuente. Pero aún existen más ventajas: sólo es necesario realizar una actualización y se evitan errores al enviar contenidos desde un tipo de dispositivo a otro.
Pero el maravilloso invento del diseño web adaptativo también tiene alguna que otra desventaja. Las operaciones de redimensionamiento y el acople de las imágenes a cada tipo de resolución o pantalla provocan un ligero aumento en el tiempo de descarga y la consecuente disminución del rendimiento.
En cualquier caso, el ritmo de esta innovación en el parece imparable y cada vez más webs se adaptan a la nueva tendencia. Los beneficios son múltiples y ahora, además, Google acaba de dictar su sentencia: el diseño adaptativo sumará puntos para el posicionamiento web SEO. Así las cosas, nadie duda ya del brillante y esplendoroso futuro que le espera al diseño responsivo.