En este post hablamos sobre un tema polémico: la libertad de expresión en las redes sociales.
¿Hasta qué punto llega la libertad de expresión en las redes sociales? La mayoría desconocía que las redes sociales vinieron para quedarse y las miraban con incredulidad y escepticismo. Pero, a día de hoy, las redes sociales han materializado el nuevo paradigma de la comunicación bidireccional, convirtiéndose en uno de los medios de difusión más potentes que existen. Y con una proyección de futuro que parece no atisbar su horizonte.
Con esta presentación no os debería extrañar que de cuando en cuando, surjan y resurjan las críticas en torno a su validez y su componente ético, o mejor dicho, la ausencia de éste. Voces que se suman a un pedido concreto, que viene envuelto a modo de censura: la regulación de los comentarios que en ellas se vierten.
El último intento se está viviendo estos días, después del asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco. Un hecho que ha conmocionado a la opinión pública, la cual ha vertido ríos de comentarios a través de los nuevos medios, una parte de ellos de impermisibles y cuyo contenido es rechazado por la gran mayoría de los españoles.
Pero esas opiniones han bastado a nuestros gobernantes para reabrir el debate en torno al control de lo que decimos y de lo que comentamos en las redes sociales. Una de las afirmaciones más sonadas ha venido de parte del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien ha señalado que algunos de los comentarios publicados en redes sociales “en la medida que hacen apología del delito y fomentan el odio, son conductas que están tipificadas en el Código Penal”.
Aunque eso sí, al titular de Interior se ha ‘olvidado’ de añadir que, el Código Penal también debe respetar y garantizar los derechos fundamentales incluidos en la Constitución, entre los que se encuentra la libertad de expresión, como bien nos recuerda el artículo 20 de la Carta Magna.
Así pues, el debate está servido, siendo muchas las preguntas y dudas que surgen al respecto. ¿Son censurables los contenidos que se publican en las redes sociales? ¿Dónde está el límite que tendríamos que marcarnos los usuarios? Y lo que es más interesante: ¿Qué instrumento gozaría de legitimidad para llevar esta censura, la cual nos haría retroceder y revivir varias décadas atrás de nuestra historia?
Muchas preguntas y pocas y difusas respuestas. Porque hoy en día, España es uno de los países que mayor número de usuarios concentran en redes sociales. Sólo Facebook tiene registrados en nuestras fronteras a 19,4 millones de internautas. Y lo mismo puede decirse de Twitter: ocho millones de usuarios y 20.000 tuits publicados por minuto.
La coherencia y el sentido común, que es el menos común de todos los sentidos, nos deben mover a la reflexión y posibilitarnos para analizar detalladamente este nuevo paso del Ejecutivo en su intento de recortar los derechos y garantías de los ciudadanos.
De momento ya ha habido cuatro detenciones, consecuencias directas de este debate. De nosotros depende el rumbo que el mismo tome: vivir en una sociedad democrática que aprende de los errores del pasado o volver a caer en la misma piedra...
Imagen de Flirck US Embassy Panamá