¿Sabrías reconocer alguna marca sólo con ver estos logos?
Seguro que sí, y seguro que estás pensando que son logotipos muy famosos y que por eso los reconoces, pero, además de reconocerlos, seguro que cuando los ves piensas algo sobre la empresa a la que representan ¿verdad?
Eso en lo que piensas, casi sin darte cuenta, podríamos decir que es el branding. Cuando ves un logotipo que conoces, inconscientemente piensas, recuerdas y sientes. Para que esto ocurra es imprescindible contar con un diseño gráfico eficaz, tanto en su logotipo como en el resto de elementos que compongan su identidad corporativa.
Para empezar, es vital elegir los colores más adecuados para cada tipo de negocio y su público objetivo. No podríamos usar los mismos colores para una empresa de restauración que para una de salud por ejemplo.
Con las tipografías ocurre exactamente lo mismo que con los colores. Debemos elegir unas u otras fuentes en función del sector al que se dedique la empresa y a quien se dirija.
El logotipo en su conjunto, por su color, tipo de letra, formas y composición, debe hacer referencia a lo que la empresa hace, aunque sea sutilmente. También debe gustar y atraer a su target, y ser capaz además de expresar los valores, o cualidades, de la empresa.
Una vez tengamos eso, tendremos la base de nuestro branding pero, todavía en este punto, el diseño debe seguir jugando un papel importante.
La identidad corporativa, como no podía ser de otra manera, debe respetar todo lo que se ha definido para diseñar el logotipo. Básicamente esto se debe a que no tendría ningún sentido que la papelería corporativa de Orange por ejemplo, fuera de color azul.
Que la identidad corporativa de una empresa se respete y mantenga en todos los elementos de la misma, es vital para que haya unidad y, por consiguiente, para ir “creando” su imagen de marca.
Si marcas tan conocidas como Starbucks han conseguido que sólo con ver sus vasos de papel, los reconozcamos inmediatamente, es en gran medida por el uso, y la unidad, de su imagen corporativa.
Ahora bien, tener un buen logotipo o una buena imagen corporativa no son suficientes para tener un buen branding, ¿o es que no conoces ninguna empresa de la que tengas un buen concepto y casi no recuerdas su logo?
Por ejemplo, cuando vemos un anuncio de Apple se nos viene a la cabeza su logo, sí, pero además recordamos sus productos y los anuncios que hemos visto en televisión llenos de personas disfrutando de su iPhone. También está esa sensación de “pertenencia” a un grupo mayor de gente con la que nos sentimos identificados y con la que, de alguna manera, estamos conectados gracias a Apple. Esta empresa se centra en las personas. Cuando compras sus productos, compras esa sensación y pasas a ser en uno más de “ellos”.
Otro ejemplo claro es Mc Donalds. Llevamos viendo su logo desde siempre, y les reconocemos nada más verlo, pero no sólo eso es lo que se nos viene a la cabeza al ver sus arcos dorados. También pensamos en comida rápida que nos encanta, o en niños jugando con los regalos de los menús.
Todo esto que asociamos y sentimos al ver algo de una empresa que conocemos es su branding que, como vemos, va mucho más allá de un logo.
El branding pretende diferenciar a una marca de las demás y subrayar las cualidades que posee para transmitírselas a su cliente de una forma emocional. Así, las personas terminamos asociamos la marca con un valor concreto.
Como vemos, para poder entender de verdad qué es el branding, debemos entender bien qué es en realidad un logotipo y qué una identidad corporativa, así que resumamos cada concepto:
Logotipo
Para dejar claro qué es nos ayudará conocer su función, que no es ni más ni menos que la de identificar. Un logo identifica a una empresa o producto mediante un símbolo, es decir, nos ayuda a reconocer a la empresa que hay detrás sólo con verlo. No describe literalmente a lo que se dedica, pero sí nos da una idea general de ello. El logotipo nos sirve para reconocer a una empresa, sin más.
El logotipo forma parte de la identidad de una empresa y de su branding, y está claro que debe transmitir una serie de cosas por sí mismo. La elección de colores, tipografías, formas y todo lo que lo compone, como veíamos, es importante hasta en su más mínimo detalle. Pero no deja de ser un granito de arena que forma parte de algo mucho mayor: el branding.
Identidad Corporativa
La identidad corporativa de una empresa tampoco es su branding. En realidad, una identidad corporativa es el conjunto de elementos visuales, creados bajo unas “normas”, que utilizará una marca.
En una identidad corporativa nos encontramos con el logo y además con la papelería corporativa, el packaging, etc.
En ella se dejarán definidos los colores, tipografías y demás elementos corporativos que se deberán utilizar siempre en cualquier medio visual que se realice para la empresa, ya sea un anuncio impreso o su propia web.
Esto veíamos que sirve para que haya unidad visual en todo lo que se haga en una misma empresa, consiguiendo así mayor consistencia, y ayudando a la imagen de la marca.
La identidad corporativa de una empresa apoya y pertenece a su branding, pero tampoco lo es.
Branding
El branding de una empresa podríamos decir que es la personalidad de la misma. Es la forma en la que perciben los consumidores a dicha empresa, y no está en manos de un diseñador crearla, aunque ayude mucho contar con un buen diseño gráfico del que partir. ¿No conocéis ninguna empresa que tenga un buen logotipo pero también mala fama?
Pensar que el branding es simplemente el conjunto de colores y tipografías corporativas o el logo de una empresa, es un error. El branding va mucho más allá.
Todo lo que hace la empresa, la forma en la que se comunica y relaciona, el tono con el que lo hace y el tipo de contenidos que genera, forman su personalidad y transmite sus valores.
Con el branding se pretende conseguir una respuesta emocional por parte del consumidor, que se genera en gran medida mediante la experiencia personal y el boca a boca. De ahí la importancia de que todo lo que haga la empresa vaya en la misma dirección ;)
Ahora que conocemos mejor las diferencias entre estos 3 conceptos, volvamos a poner un ejemplo en el que verlos aplicados.
Coca-Cola, ¿quién no reconoce inmediatamente esta marca cuando la ve?
Su logotipo es de los más famosos que existen, tanto que si lo viéramos con el nombre Cola Cao escrito en lugar del suyo, en muchas ocasiones ni nos daríamos cuenta.
Con su identidad corporativa ocurre lo mismo. Es tan conocida por todo el mundo que ya, popularmente, hablamos del rojo Coca-Cola como un color más.
Pero a parte de su estética corporativa, la que aplican en todos sus productos, anuncios y demás, Coca-Cola ha sabido como hacerlo con su branding. A día de hoy es una marca fuertemente asociada a momentos de optimismo y felicidad. Ahora Coca-Cola, con su logo más que conocido y su rojo particular, ya no es sólo un refresco sino que han conseguido que lo asociemos a algo que no tiene en principio nada que ver sin su producto: la felicidad.
El branding tiene como función principal hacer que todo lo que tiene relación con una empresa vaya en la misma dirección.
Cuando hablamos de branding nos referimos a la relación emocional que hay entre el cliente y una empresa. Para conseguir afianzar esa relación y hacer que el consumidor termine sintiendo lo que la empresa busca, esta se vale de su logo, colores, tipografías, publicidad, estilo de comunicación, etc. haciendo que todo cuente la misma historia: la que rodea a la empresa.
Espero que ahora os resulte un poco más fácil diferenciar entre logotipo, identidad corporativa y branding, y sobre todo, que podáis usar cada uno de estos elementos para contar otra historia, esta vez la vuestra :)