La tecnología se ha convertido en compañera indispensable de las pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, ahorrar en este campo no significa prescindir de él ni de los beneficios que aporta a cualquier organización. Se trata de optar por mecanismos y sistemas igual de eficientes, pero más baratos y, en algunos casos, más eficaces y fáciles de emplear. El software libre, el BYOD, la nube o la videoconferencia son algunos ejemplos.
El Cenatic es el Centro Nacional de Referencia de Aplicación de las TIC basadas en Fuentes Abiertas. Su director recuerda que en 2012 más del 82 % de las pymes y grandes empresas españolas empleaban algún software de código abierto en su labor diaria. Este tipo de programas empresariales puede ejecutarse, copiarse, distribuirse y modificarse libremente.
La gran ventaja para las empresas que utilizan software libre es que evitan el pago de licencias, consustancial a la adquisición de programas comerciales. Además, las pymes usuarias pueden competir en mejores condiciones con otros operadores dominantes del sector, controlan directamente el uso de la tecnología y comparten y reutilizan aplicaciones con otras empresas, gracias al acceso libre al código de las mismas.
BYOD es el acrónimo de Bring Your Own Device (trae tu propio dispositivo). Se trata de una política empresarial en alza, defendida a ultranza por muchos y despreciada por otros. Los empleados aportan sus equipos informáticos o tecnológicos al trabajo diario en la empresa. A cambio, reciben una subvención por parte de ésta.
El ahorro en software o en equipamiento, el aumento de la productividad de los trabajadores y la flexibilidad son los argumentos favorables al BYOD. Sus detractores no olvidan los posibles problemas de seguridad, el gran hándicap de este revolucionario método de trabajo.
El Cloud Computing (Computación en la nube) está abriendo un sinfín de posibilidades para las empresas. El sistema permite el acceso bajo demanda a un conjunto de recursos de cómputo configurables, que pueden ser rápidamente provisionados y puestos a disposición del cliente con un mínimo esfuerzo de gestión y de interacción con el proveedor del servicio. Esta farragosa descripción del Cloud Computing pertenece al Instituto Nacional de Estándares y Tecnología.
Para comprenderlo mejor, se trata de una nueva tecnología que se encarga de almacenar en la Red (en la nube) todos los archivos de nuestra organización y el resto de información de la misma. De esa forma, no quedamos supeditados a la capacidad física de almacenamiento que poseamos. El ahorro es indudable, se trata de productos gratuitos o que se pagan por medio de cuotas mensuales, sin coste adicional, sin invertir en infraestructura o en pago de licencias.
La videoconferencia es un recurso tecnológico barato (sólo se precisa un ordenador, conexión a Internet, webcam y software), que ayuda a ahorrar, cada año, cientos de euros a las empresas. Evita viajes innecesarios, con el consecuente ahorro en combustible, dietas y tiempo.
Ahorrar en tecnología sin renunciar a sus bondades y beneficios es, por tanto, posible y aconsejable. Todos estos mecanismos y el teletrabajo, por ejemplo, evitan que los gastos empresariales se disparen y contribuyen a optimizar los recursos. A veces, una mínima inversión en tecnología puede reportar infinitos beneficios a una pyme.